El pasado mes de septiembre, tuvimos el placer de disfrutar de un magnífico taller de improvisación impartido por Álex Hernández. El grupo que participó en el taller resultó ser de lo más variopinto e interesante, algunos ya nos conocíamos y de los “nuevos” tengo que decir que a los cinco minutos parecía que también éramos viejos conocidos y rápidamente se estableció un clima agradable, que ayudó al éxito del taller.
Aprendimos mucho, establecimos nuevas relaciones y nos sentimos bien, y cuando digo “nos sentimos bien”, me refiero a esa sensación de saber que en ese momento te encuentras entre amigos, en la misma onda, con muchas ganas de aprender, de compartir, expectantes y abiertos a todo, sin tener que demostrar nada, sin tener que controlar nada, sólo estar, sólo sentir, sólo disfrutar. Y qué decir del profe, sino que nos encanta Álex, que le queremos, por crear tan buen rollo, por su implicación y sobre todo por su calidad, profesional y personal.
Aprendimos a interpretar la improvisación, cosa harto difícil, lo hicimos con miedos, con risas, con juegos, pero sobre todo con ganas. A partir de una situación nos tuvimos que desenvolver, con unas cuantas premisas que nos había enseñado Álex, sin más material que nuestro cuerpo, nuestra imaginación y nuestra capacidad de escucha, aprendimos de Álex y de los demás compañeros. Y la verdad, todo ello nos supo a poco, fueron cuatro viernes en unas instalaciones espaciosas que nos había cedido la Concejalía de la Juventud, espaciosas excepto un día que tuvimos que arrebujarnos en un espacio de cuatro por cuatro durante un par de horas, no nos importó, nos reímos con más ganas.
Inma, como siempre, atenta a los detalles de la organización plasmo muchos momentos en su cámara que luego nos pasó por Dropbox a todos, que para eso es experta informática y maneja las nuevas tecnologías como una enfermera que pone un termómetro. Y fue más allá, nos pasó una encuesta para que quedaran reflejados y patentes los resultados de esta experiencia teatral, cuyos resultados muestro a continuación y que termina con un sobresaliente y, por parte de todos, a la espera de una segunda parte. ¿Cuándo repetimos?
ELISA Y JOSE
GENIAL, no podemos dejar de hacer estas cosas, es “justo y necesario”.
¿ Donde está mi diez ?