En Dirección Gritadero tres mujeres esperan la llegada de un autobús que parece no llegar nunca. Esperan para poder continuar, para llegar al destino deseado, el grito, ese que lograra que sigan sus trayectos cotidianos.
En esa espera “desesperada” las tres intentan comunicarse para no ahogar sus gritos, para olvidar, para pasar el tiempo. En esa espera “que desespera” que absurdamente aniquila, contar, hablar, es la única alternativa al grito.
Tres historias, tres mujeres, tres gritos ante la vida nos envuelven en una farsa trágica que nos estruja el corazón pero que a la vez nos devuelve la sonrisa a dentelladas, al menos hasta que el esperado autobús nos robe para siempre los sueños.
Leave a Reply